El regalo de los Dioses

Oscuridad. Si no fuera por la luz del mechero de Sam estarían totalmente sumidos en ella. No podían ver mucho, pues la densa nube de polvo causado por haber estado cerrado durante tanto tiempo dificultaba su vista. No sabían cuanta profundidad tenía el pasadizo, pero llevaban ya tiempo andando, con cautela, pues una de las cosas que más caracterizaban a las pirámides egipcias eran las numerosas trampas mortales que había, como en la que habían caido, cerrándoles la puerta, dejándoles sin salida...

-Espera- dijo Sam. Había visto algo brillar delante de sus pies. Cuando ponía todos los sentidos en tener precaución, Sam era una excelente observadora, y no se le escapaba ni la más mínima estructura que hiciera el más mínimo movimiento. Se agachó y vió un hilo, de algo parecido al nylon , transparente pero reflector cuando le incide una fuente lumínica. Se preguntó que hacía un material tan tecnológico para los egipcios ahí abajo.- Atento por si pasa algo, prepárate para correr, o agacharte- Y tiró de la cuerda.

Bajo un grandísimo estruendo, se abrió una fisura en el suelo, dejando a la vista grandes rocas afiladas como cuchillos. Sam y Ruben pusieron todo su empeño para saltarlo, pero no tenían impulso suficiente, por lo que decidieron atravesarlo por un saliente que no se desplomó por la trampa. Al ser ágil, Sam consiguió pasarlo con facilidad, pero, cuando Ruben se disponia a pasar, una zona se desplomó, dejándole agarrado a la pared, y con los pies al aire.

-¡¡Ruben!!- Gritó Sam, extendiéndole el brazo- ¡¡Agarrate de mi mano!!

Rubén se balanceó y se agarró de su mano, pero el sudor le hacía resbalarse. Notaba como iban separándose uno a unos sus dedos hasta que la otra mano de Sam le agarró de la camisa y, mediante un buen impulso, le hizo volver de nuevo a tierra firme.

-Te ha faltado poco ¿eh?

-Ya ves, creo que me tendré que cambiar de ropa interior- dijo entre risa nerviosa.

Se giraron, y vieron, en la distancia, un objeto brillante. Parecía una estrella, pues en la oscuridad no se veía nada más. Se iban acercando y parecía que el objeto emitía luz propia, pues no había otra fuente de luz cerca. Era un objeto triangular perfecto, en el que se podían ver pirámides y egipcios, pero adorando a un ser, incompleto. En la hipotenusa del triángulo se podían percibir marcas de cortes, por lo que llegaron a la conclusion que había otras partes. Estaba en una cámara completamente oscura, pues la iluminación del artefacto y del mechero no era suficiente para iluminar la inmensidad de la cámara. El artefacto estaba situado en una estatua de un faraón, a tamaño natural, que se lo ofrecía al cielo. En la estatua habían inscritos unos jeroglíficos.

-Déjame unos minutos y lo tengo...- Dijo Rubén.

Mientras tanto Sam seguía mirando el artefacto. Era antiguo, pero, ¿cómo podían haberlo hecho?¿Que representa?¿De qué estaba hecho? Continuó observándolo hasta que Ruben dijo:

-¡Ya lo tengo! Dice: "El oráculo predijo vuestra llegada. Tomad en vuestro poder nuestro bien más preciado, y descubrid la verdad"

-¿Crees que será una trampa?- Dijo Sam

-Lo que creo es que es lo único que podemos hacer aquí, no hay salida que sepamos... Dejaré la decisión en tus manos.

Sam dudó por unos minutos y, extendiendo las manos, lo cogió de las manos del faraón. Desde la vista de Rubén, ambas figuras, tomaron la misma postura, y notó que no se trataba de unfaraón, era una faraona, y tenia un claro parecido con Sam.

Con el artefacto en sus manos, notaron que el suelo temblaba. Aferrándose a la estatua, vieron como de la pared salía arena, y pensaron que era una trampa. Pero se equivocaron, pues la arena que salía era la que se había acumulado durante años en los conductos de luz, los cuales se vaciaron y lanzaron rayos de luz hacia los platos reflectores que usaban los egipcios en modo de lámparas. La sala era inmensa, y estaba repleta de imágenes, dibujos que representaban el Génesis de la civilización egipcia, como consiguieron llegar a lo que fueron y con ayuda de qué.

En ellos se veían la llegada de naves del cielo, de las que desembarcaban Horus, Anubis, y todos sus dioses, hasta que salió, último, Ra, y les mostró su conocimiento en geometría y arquitectura.. Tambien mostraban como Keops fue elegido por ellos para representarles. Subió a la nave, y allí se encontró con dos humanos, uno con aspecto maya y otro con aspecto occidental. Se percebía lo que parece ser un jefe, con el mismo cuerpo que Ra, pero con cara humana, barba blanca, cabello blanco y viejo, que posee un artefacto que partió en 3. Le dió al egipcio la parte en la que estan marcados egipcios con las pirámides de Giza, monumento que debían construir para ellos. Al maya, la que representaba a su pueblo con Chichen Itzá de fondo, y al occidental la que representaba el Stonehenge.

Ya habían llegado al final de la sala, dónde había una pared con otro jeroglífico.

-"Ahora que sabes la verdad, reúne las tres partes, une las civilizaciones y salva la humanidad" Esto me da mala espina, Sam...

-Y a mi... eso de abajo tiene la misma forma que el artefacto, creo que es una llave para salir de aqui...

Introdujo el artefacto, y como por arte de magia, se abrió un pasadizo bajo sus pies, por el que resbalaron como si de un tobogan se tratara y aparecieron en la sala del Faraón, sorprendiendo a los trabajadores egipcios que estaban en su búsqueda. Sam dio gracias a su agilidad, ya que gracias a ella había conseguido mantener el artefacto con ella.

Horas despues, despues de asearse y comer, explicaron los hechos a Alexander y a Mark, atónitos a lo que decían, pues había dos cosas que no cuadraban ahi: la primera era porqué no había noticia de esa cámara, y la segunda era: ¿cómo podía hallarse un maya junto a un egipcio y un occidental de la Edad del Bronce, si no eran de la misma época?

-El único modo de saber si esto es verdad, es viajando a Chichen Itzá, y ver que encontramos allí... ¿Estaría dispuesto a financiarnos, Mark?

-Por supuesto, ya he llamado a mi piloto, mañana a las 9 AM ponemos rumbo, ahora he de ausentarme, que pasen buena noche.

Esa noche Ruben le contó a Sam el parecido entre la estatua y ella antes de acostarse, cosa que le hizo soñar a Sam con los egipcios.

Se vio a ella, viendo la llegada de Keops de la nave de los dioses. Era la esposa de Keops, la faraona Meretites. Keops la dijo que cuando muriera, guardara en un lugar seguro lo que iba a darle, y que no mencionara de eso a nadie, ni a los Dioses. Como flashback se vio en la camara donde estuvo hoy, y poniendole a su estatua el regalo de los dioses, el artefacto que tenia ahora en su poder. La estatua estaba reluciente, y en ella se vio reflejada. Era identica a ella, solo que con ropajes y motivos egipcios, pero era ella...

Se despertó entre sudor. ¿Seria verdad o una mera alucinacion causada por lo ultimo que le dijo Ruben? ¿Que estaba pasando en esta expedicion? Miró el reloj, 7:30 AM, tenia el tiempo justo para ducharse, desayunar e ir con Ruben al avion. ¿Que le esperaria en Chichen Itza? ¿Encontraria otro artefacto o seria todo mentira?