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Gracias a todos los que me seguis. Gracias a todos los que me apoyais, o le comentais a mi familia lo que os gusta. Intentaré continuar así y espero que sigais siendo así, y quien sabe si dentro de poco no vereis estas historias en las librerias...

domingo, 20 de noviembre de 2011

La huida.

Silencio, ese gran enemigo de los peores momentos. Frío, incómodo y vacío, sin alma, sin lugar en el espacio. La habitación estaba totalmente en silencio, únicamente se escuchaba la respiración forzosa de Ruben  herido; y el taconeo de Samantha, preocupada. Era una manía que tenía, siempre que se preocupaba, daba golpes en el suelo. Miró al su alrededor, primero a Alexander y luego a Mark, pero parecía que si no lo hacía ella, nadie rompería el silencio.
-Dudo que hayan encontrado algo. Tenemos todo en lugares seguros.
-Ya, pero entonces no entiendo por qué me han dejado libre.-Dijo Ruben.
-Está claro.- Interrumpió Alex- Seguro que nos está observando, o escuchando nuestras conversaciones, esperando que Sam diga dónde están.
-No lo sé, no estoy muy seguro. -Comentó Ruben.- ¡Agg!, se quejó, sujetando su cabeza. Acto seguido, se precipitó contra el suelo.
-¡¡Ruben!! Gritó Sam, corriendo hacia él.
- Será un simple desmayo causado por los muchos hematomas que tiene.- Dijo Mark. - Fui médico y se de lo que hablo.
Le levantaron lentamente hasta la cama, y le dejaron reposar con un trapo humedecido en agua fría sobre la frente, pues le había entrado fiebre. Sam le cambiaba el trapo constantemente, mientras Mark le curaba las heridas con el botiquín de la habitación, y Alex buscaba cobertura para llamar a un amigo suyo en el gobierno americano. 
Un par de horas más tarde, se escuchó una llave desbloqueando la puerta. Tardó en abrirse, pero acabó dejando entrar a David.
- ¿Que tal la noche?- Preguntó.
- Ya ves, perfecta y tranquila.- Dijo irónicamente Sam. -¿Que quieres?
- Vengo a que me deis explicaciones de esto. - Puso un pedazo de papel en la mesa. 
Ese pedazo sucio y desgarrado les era muy familiar. Era la nota de la madre de Ruben, pero en ella solo se podía leer ahora :
" ... buscadlo, perderéis más ... encontréis. El ... es muy peligroso, y numerosas personas ... cadáver. ... habéis estado investigando ... en vano. El eclipse ... adelantará a hoy a medianoche, ...secreto ...Kukulcán, ... mayas, residencia del ..."
La madre de Ruben se había preocupado en que después de un tiempo se ocultara el mensaje, guardando el secreto. 
- ¿Que es esto? ¿Que ponía?
-Es una nota anónima que recibimos.- Dijo Sam.
-¿ Y a qué se refiere?
Otra vez ese momento incómodo. Silencio. Hasta la mosca que había en la habitación decidió dejar de aletear para dar paso a ese momento.
- Repito, ¿a que viene esta nota? - Preguntó de nuevo David, esta vez con un tono mucho más agresivo.
- No lo sabemos. -Dijo Alex
- Si... Si lo sabéis... - Saltó hacia Sam y la agarró. sacó la Glock de 9mm y apuntó con ella a la cabeza de Sam.
- O me decís por qué os la escribió, o no volvéis a ver a vuestra amiguita.
-¡Sueltala!- Dijeron ambos.
Sam sollozaba, no quería que se lo dijeran, era demasiado importante preservar el secreto.
-¡¡DECIDMELO DE UNA PUTA VEZ!! -Gritaba, lleno de ira, David.
Silencio. Los segundos parecian minutos, horas, dias. Sam estaba preparada para recibir el disparo. Sus ojos decían a Mark y a Alex que no dijeran nada. Prefería sacrificarse por el proyecto, por la humanidad. 
Sonó el chasquido de la bala en la recámara. Cerró los ojos. Inspiró, y...




-Es un aviso de mi madre. -Dijo Ruben.
-¡Rubén!- Grito Sam, sorprendida.
Se levantó de la cama lentamente, débil.
- ¿Quien es tu madre? ¿Cómo sabía lo del eclipse? ¿Donde esta?. Dijo mientras soltaba a Sam, cayéndose esta al suelo.
- Muerta. Mi madre esta... muerta. - Dijo, con lágrimas en los ojos.- Murió en el terremoto, ahí abajo. Y si te dijera como lo sabía, no lo creerías.

-Es la peor bula que he oído, ¿que cojones hacía tu madre ahí abajo?
-No lo creerías...
-Soy todo oídos.
-Era adivina, predecía el futuro. Provenía de los hechiceros más poderosos de la civilización maya, y su poder se ha ido heredando.
- ¡JAJAJAJAJA!- La carcajada retumbó por toda la habitación.- Me estáis tocando la moral vosotros cuatro... Voy a volver, en una hora, y cuando vuelva, quiero respuestas.- Y mirando a Ruben incluyó.- Respuestas de verdad, no cuentos. 
Se fue dando un portazo, que hizo que el cuadro del calendario maya que había a la derecha de la puerta se cayera, rompiéndose. Sam se levantó y salió corriendo hacia la cama, en la que permanecía Ruben, pálido, tembloroso y aun malherido.
-¿Qué tal te encuentras?- Le preguntó, tocándole la frente.
-Bien... hugh... bueno... no tan bien... jajaja...
- No te preocupes, descansa...
- No puedo descansar, ese loco volverá en una hora, y a saber que nos harán si no le decimos la verdad que ellos esperan... -Al acabar la frase se volvió a desmayar.
-Da igual, Ruben. Ya nos enc....
Volvió a sonar la puerta, y Sam se puso de pie. Por la puerta asomó una mujer alta, poco esbelta. Su ropa militar la delataba. Su pelo moreno, largo y liso le caía por los hombros. Sus ojos marrones escanearon la sala, y sus finos labios comenzaron a moverse. 
- Buenos días, soy Jacqueline Tohr Enthe, agente 4573 de la CIA. Hagan sus maletas, nos vamos ahora mismo.
- ¿A dónde nos llevan? Preguntó Alex.
-Lejos de aqui...
- ¿Dónde exactamente, agente? Pregunto Mark
- No puedo decíroslo aun. El agente David no sabe nada, es vuestra única forma de escapar. Vivos.
- ¿Escapar? ¡No podemos escapar con Ruben así!-Grito Sam
- Lo sé, pero es vuestra única solución. Os llevarán a todos a un hospital. Allí recibiréis órdenes. -Sacó su Walkie-Talkie- Agente 2112, llama al agente David. El sospechoso no tiene buena pinta.Necesita ir urgentemente a un hospital. Pedid una camilla y una habitación en la hospital más cercano. Llevad también a todos los sospechosos con él. Estaran mas vigilados que aquí
-Recibido. La camilla ya está de camino. 
-Recibido, os espero. Corto y cambio.
                                             ***********************************                                    
Minutos despues estaban yendo al hospital general de Valladolid, a 40 km del hotel. Tenían la habitación 013, en la planta baja.
Estaba Ruben solo en la cama, y había un par de agentes en la puerta, otros dos, acompañados de perros, en la ventana, y la agente Jakie pasaba cada 15 minutos para comprobar que los sospechosos estaban, y si habia alguna evolucion saludable para Ruben. El agente David habia pospuesto la amenaza hasta que se recuperara totalmente. Cuando Ruben abrió los ojos, y comenzó a mejorar, entró Jakie.
- Veo que estas mejor... Ha llegado la hora.- Dijo Jakie
- ¿Quien es ella? ¿La hora de que? Preguntó Ruben.
- No lo sé.- Dijo Sam.- Pero es de confiar. Sin ella no estaríamos aquí.
-Eso espero...
                                   *************************************************                       
Mientras tanto, Sophie, la enfermera de la planta baja del hospital estaba haciendo la ronda alimenticia. Arroz con pollo y flan para el paciente de la habitación 031; puré con pescado para el de la 019. "La comida de este antro huele a rayos", pensó, "pero es lo único que tienen". Cogió el caldo y el filete de pollo sin sal para el paciente de la 013 y les guiñó un ojo a los apuestos agentes que vigilaban la puerta. "¿Por qué no son asi los doctores de acá?" rondó por su mente." Daría gusto trabajar". El agente de la izquierda la abrió la puerta, mientras ella notaba como sus ojos se paraban en su trasero. Dejó soltar una risa tonta. Se cerró la puerta, volvió a mirar al frente y gritó. La ventana estaba abierta, y se escuchaban a los perros ladrar. Se veía un par de piernas en el suelo, debajo de la camilla. Jaqueline yacía en el suelo, incosciente. Junto a ella, un trapo con un olor fuerte, seguramente cloroformo. Entraron los dos agentes y pulsaron la alarma. Los sospechosos habían escapado.

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